martes, 6 de abril de 2010

Cádiz y Lleida, año de 1810

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He leído en ABC el siguiente artículo, que difundo para lectura de mas personas, no asiduas a estes diario.

" Ante la indiferencia de los medios públicos sólo interesados en la «memoria histórica» cuando incide en la «construcció nacional», recopilamos más datos sobre el protagonismo de Cataluña en la Guerra de la Independencia, conocida aquí como «Guerra del Franc_s». Refresquemos la «otra» memoria. La resistencia a la invasión napoleónica va aparejada con la Constitución de Cádiz, fundamento de una España liberal que repugnó por igual a absolutistas Ancien Régime y a carlistas nostálgicos del foralismo medieval, cuyos herederos son hoy apologetas del austracismo, consultores soberanistas, hacedores de veguerías y «reagrupaments» con ejército propio. Hace tres semanas, Román Piña Homs, catedrático emérito de la universidad balear, dedicó una conferencia en el Arxiu Nacional de Catalunya a la participación catalana en las Cortes gaditanas. En 1810, las tropas napoléonicas arrasaban el Principado; una veintena de catalanes fueron diputados de las Cortes de Cádiz que se reunirían el 24 de septiembre, festividad de la Merced, en la isla de León.
En la comitiva destacaba el jurista Ramón Lázaro de Dou -primer presidente de las Cortes- y Antonio de Capmany; ambos hicieron aportaciones al texto constituyente, como la protección de la industria textil catalana frente a la británica o la modernización de la Hacienda. Capmany se significó por su defensa de las corridas de toros como tradición común española y sus críticas al provincianismo.
Mientras tanto, en Cataluña, la guarnición de Lleida (15.000 habitantes y 8.000 combatientes a las órdenes del joven e inexperto general García Conde) plantaba cara a los 22.000 soldados del mariscal Suchet. La derrota, el día de Sant Jordi de 1810, de la división del general O´Donnell que debía llegar a Lleida para reforzar la defensa, dejó la ciudad a merced de Suchet. A la entrada de las tropas francesas siguió una carnicería. El invasor acorraló a los defensores en el castillo. Así lo explica Josep Fontana en su utílisimo libro «La guerra del Franc_s» (Pòrtic): «En comptes de manar a l´artilleria que disparés contra els murs, el cap franc_s va ordenar dirigir les bombes a l´interior del castell. A migdia del dia 14 de maig, els defensors es rendien. En només disset hores havien mort 2.000 lleidatans i 1.200 soldats...»Cádiz y Lleida. Doble aniversario de la crónica histórica catalana. Incómodo Memorial del que nadie se ocupa por su evidente «implicación» española. Ni los del «cop de falç», ni los de la «falç i el martell». Seguiremos recordando."

Fuente

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