.
.
¡Riiiiiiiiing! Suena el teléfono y resulta ser un teleoperador intentando venderte algo. Lo que sucede a continuación es curioso: más de la mitad de los que contestan cuelgan. Y del resto, la mayor parte insulta al teleoperador. Pero el negocio es el negocio: aunque poco más del cinco por ciento de los contactados tal vez compren o contraten algo, matar moscas a cañonazos es rentable.
Lectura completa
Sonrie un poco, pincha merece la pena
.
martes, 10 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)