lunes, 28 de diciembre de 2009

La Audiencia condena a altos directivos de Banesto por denuncia falsa contra cuatro empresarios catalanes

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Tres altos directivos de Banesto, Alfredo Sáenz, Miguel Ángel Calama y Rafael Jiménez de Parga, han sido condenados por un delito de acusación y denuncia falsa contra cuatro empresarios barceloneses, a quienes lograron encerrar en prisión en 1994 con la connivencia del ex juez Lluís Pascual Estevill. Sáenz era entonces presidente del banco, Calama era el delegado en Cataluña y Jiménez de Parga el letrado de la entidad. La sentencia exonera al director general y consejero delegado de Banesto, José Ángel Merodio.

Según el texto de la Audiencia, Sáenz, Calama y Jiménez de Parga son condenados “a las penas, a cada uno de ellos, de seis meses y un día de prisión y multa de tres meses a razón de una cuota diaria de 300 euros al primero de ellos y de 200 euros a los otros dos, con la responsabilidad personal subsidiaria legalmente establecida para todos ellos en caso de impago, así como la accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena; y al pago de tres cuartas partes de las costas procesales, con inclusión de las de las acusaciones particulares”.

También les obliga a pagar un euro de indemnización a los empresarios Pedro Olabarría Delclaux, Luis Fernando Romero García y José Ignacio Romero García, así como otros 100.000 euros al también empresario Modesto González Mestre. De estas cantidades es responsable civil subsidiario Banco Español de Crédito.

Los hechos ahora sentenciados se remontan al año 1994, cuando Banesto quiso cobrar unos créditos de dudosa recuperación y, para ello, presentó una falsa denuncia que, fue aprovechada por Pascual Estevill para encarcelar a los cuatro empresarios.


Fuente

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1 comentario:

Rafael del Barco Carreras dijo...

RAFAEL JIMÉNEZ DE PARGA.
CONDENADO A SEIS MESES POR DENUNCIA FALSA.

Rafael del Barco Carreras

30-12-09. El apellido, él mismo, de los grandes de la Abogacía y Política con la DEMOCRACIA, o sea, otro vividor de ese club que se adueñó del Franquismo y “hasta ahora”, ha perdido capacidad mediática, el segundo de EMILIO BOTÍN, Alfredo Sáenz Abad, acapara los titulares de la condena, SEIS MESES, por denuncia falsa. Lo de la EXTORSIÓN no aparece en la noticia de agencia.
¡Que barato les ha salido! Los hermanos ya eran célebres por catedráticos y bufete importante (ahora 50 abogados en el Paseo de Gracia) cuando Narcís Serra lo contrató para abogado acusador en el caso CONSORCIO DE LA ZONA FRANCA DE BARCELONA en el año 1980, y “contra mí y otros” entraron en ese selecto clan de sinvergüenzas que se enriquecerán no solo en torno a Javier de la Rosa, sino descaradamente de la POLÍTICA. Su hermano MANUEL en Madrid de chalaneo, será de todo con UCD y PSOE, y RAFAEL dirigiendo el gran bufete, ensacando o empaquetando elevadas minutas a cientos. ¡Un monumento a la ÉTICA!
Han pasado 16 años desde que Olavarría jurara venganza por meterle en la cárcel hasta pagar al juez Luís Pascual Estevill. Lo declaró estando yo presente en el juicio de mayo pasado, escritos en www.lagrancorrupción.blogspot.com ; no pararía hasta ver condenado a quienes con falsedades y gansterismo pretendían cobrar, primero una deuda que no les correspondía proveniente del Banco Garriga Nogués de Javier de la Rosa, y después a través de la extorsión para salir de la cárcel, 25 millones de pesetas, pagados un fin de semana.
Ignoro si sentirá su venganza satisfecha, yo no (tres años, y lo que seguiría, no son un fin de semana), quizá recurra (dijo que llegaría a Estrasburgo si no se le hacía JUSTICIA), pero los años no pasan en balde, y puede que la densa cabellera blanca merme ganas. Los juzgados agotan a cualquiera.
Por ganas insultaría hasta que me metieran de nuevo en LA MODELO, pero no quiero que me detengan en el propio Palacio de Justicia cuando el día 7 acuda a oír la declaración como testigo del juez Asalit, y el día 11 la de Lluís Prenafeta, en ese juicio por la corrupción en Hacienda que con el de Juan Piqué Vidal y Luis Pascual Estevill, en 2004, Gran Tibidabo en 2008, y ahora Hacienda, marcan el rastro de lo que vengo inútilmente denunciando desde hace 30 años, LA GRAN CORRUPCIÓN, “BARCELONA, 30 AÑOS DE CORRUPCIÓN”… y que continúa con la OPERACIÓN PRETORIA, y otras muchas pendientes y a destapar. La CRISIS promete un gran destape.
Mi venganza es esparcir cuanto más mejor los nombres y hazañas de ese grupo de amorales que condujeron a mi querida Barcelona al lodazal donde se halla inmersa, y si por primera vez en mi vida me noto leído a través de INTERNET me fastidiaría que por unos insultos pasados de tono me interrumpieran.