
Barcelona, la ciudad maravillosa donde se vende a diario las ventajas del independentismo, de la lengua catalana, etc, no acaba de reconocer que la crisis, que la economía, que las empresas, es lo que al final manda en los ciudadanos, lo que les da bienestar o carencia de muchas cosas necesarias para vivir medio decentemente.
Cuanto dinero despilfarrado en historias para no dormir, espero que al menos en las próximas elecciones, el canto de las sirenas se apague y surja la realidad. Y de esa realidad, el voto serio y con vistas a un futuro mejor, para jóvenes y mayores.
Lectura
Por cierto.........
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